Resumen del foro sobre lo “Que se espera para el eje cafetro
en el segundo mandato de Santos”.
El solo título es ya vulgar, suena como a revanchismo, a
coba, a mofa, a muy mala leche, parece dictado por joseobdulio y c&a.
Lo único que quedó claro es que estamos a merced del
gobierno local y regional.
1.
No habrá más plata desde el gobierno nacional para
el aeropuerto Matecaña (Y con toda
razón, después de todos los enredos y torcidos que se presentaron recientemente
en la ejecución de los contratos , la desconfianza es muy grande.) Por lo
tanto, el aero matecaña pasará a manos de la mafia antioqueña (uribeña) eso ya
está cantado.
2.
Habrá unos 120.000 milloncitos de pesos para el
aeropuerto del Edén de Armenia.
3.
Se aplaza la decisión de inyectar más dinero al
elefante blanco de aeropalestina hasta dentro de una semana cuando se conocerá
el último “estudio” que se encuentra en proceso para definir si este engendro
es o no viable…(Cuando todo el mundo
sabe que eso no es viable por serios problemas de geosísmica e inestabilidad).
4.
No hay quien pare el engendro de las torres de
energía con las que la EEB pretende sembrar de contaminación el paisaje
cultural cafetero, ni la “valiente” gobernadora del Quindío fue capaz de tocar
el tema.
Lo otro que me pareció de muy mal gusto es que después de que hablaron los tres
gobernadores, el vicepresidente Vargas y
los alcaldes de las tres capitales del eje cafetero, decidieron dar solo 2
minutos a cada alcalde de los pueblos (“Municipios no capitales”) para que
expusieran su problemática, y ante el solo anuncio, el recinto se desocupó y
todos salieron corriendo a hacer fila para almorzar de “cachete” por parte de
nuestros impuestos, claro. Yo igual salí, pero allá se quedaron esos pobres
alcaldes tratados como si fueran de “Quinta”, porque quería patearme las
entrevistas de nuestros ingeniosos periodistas (Todos ubicados en sus puestos por
favores políticos del alcalde o gobernador de turno, lo cual obviamente era
hasta chistoso) preguntas absurdas, sin comprometer a nadie, vacías, huecas, banales,
libreteadas, sin ají).

Sentí bastante risa cuando a Simón el bobito
le pasaron el periódico La Patria donde el señor presidente Santos se
comprometió a bajarse de 50.000 millones de pesos para el aeropuerto de Manizales
en plena campaña electoral (recientemente) como prueba de que mintió y que
ahora se mamó de semejante promesa electorera, él señor nuevo director del DNP
igualmente se cagó de la risa, no podía hacer otra cosa.
Por mi estatura logré hacérmele en la nuca al
vástago de Gaviria Trujillo quien sin lograr evitar el nerviosismo, dejó
entrever que necesita conseguirse a alguien que le aliste la ropa y se fije en
que ya es hora de botar esa camisa de rayitas porque ya cumplió su vida útil,
tenía el pliegue del cuello absolutamente roído de tanto aplancharla, sentí
hasta vergüenza ajena, pero bueno, uno tiene camisas que quiere mucho, como hay
niños que aún chupan dedo agarrados de su cobija preferida.


Lo seguí hasta la
puerta del Movich, mientras él bajaba en el ascensor hasta el lobby, yo bajé despacio
por las escaleras “espiraludas”, y coincidimos a la salida, y me quedé detrás
suyo escuchando cómo el joven senador Lizcano
le increpaba acerca de la necesidad de que el gobierno nacional dejara de “mamarle
gallo” al pueblo caldense y le dijera de una vez por todas que esa “mierda” del
aeropuerto de Palestina es una burla y que no los sigan “bananeando”, que mejor
se consigan unos 30.000 millones, que él está dispuesto a levantárselos y que
no que más, y yo preocupado por buscar donde almorzar un corrientazo de 5000
mientras estos dos yupies hijos de sus papis conversaban como un par de niños
ricos uno de corbata y Armani y el otro fumando marlboro blanco light,
disfrutando el placer de haber logrado salir de aquel circo que le había
montado el ilustre senador soto (antes del partido de la U y ahora parte del
Centro Democrático) con toda su fuerza política, conformada por alcaldes,
gobernador, diputados, concejales, comuneros y toda su fuerza mediática de
medios locales.

Pero salió bien, la sacó barata, tenía derecho de fumarse aquel
merecido cigarrillo, coronó y suspiró cuando llegó la Toyota polarizada con
placas rolas y subió a ella con rumbo seguramente a los brazos de la abuela
dispuesto a comer fríjoles con arepita, uff que descanso.