miércoles, 24 de enero de 2007

NUEVA IZQUIERDA



La nueva izquierda, “diversa, pluralista y joven”, representa, aglutina y reúne todas las diversas formas del pensamiento revolucionario y vanguardista, acorde a los procesos evolutivos de la política global y amplía sus fundamentos en la aplicación práctica local.

Pensamiento global, acción local:

Nuestras propuestas a la solución de la problemática nacional, apuntan necesariamente al cambio de régimen, como una verdadera salida al caos institucional y a la profunda crisis por la que atraviesan las distintas esferas del país nacional.

Colombia requiere adoptar profundas reformas y someterse a un proceso de alta reingeniería; no podremos seguir adelante, esperando grandes cambios de la mano de los partidos tradicionales que durante años han detentado el poder y ejercido el gobierno, desaprovechando la oportunidad de generar hechos trascendentales en beneficio de toda la población que ingenua y reiterativamente ha creído de manera ciega en sus infinitas promesas.

Los repetitivos discursos colmados de ilusorios, vanos y frondios procesos de transformación, no han dejado de ser más que maquillajes permanentes de una desgastada política, impuesta desde sus inicios en la desvirtuada democracia nacional, producto en sí misma, de las imposiciones capitalistas del gobierno estadounidense, amancebado con las castas criollas usurpadoras del poder público y privado.

La grave situación de Colombia en todas sus esferas, cultural, política, económica, social, gubernamental, institucional, etc., etc., nos han ocasionado años luz de atraso, en el esquivo esfuerzo por alcanzar un desarrollo armónico equilibrado y justo en materia de equidad entre sus habitantes, creando día a día, una cada vez mayor, brecha de desigualdad.

Mientras los gobernantes de turno encargados de regir la política nacional, continúen genuflexos y obcecadamente sumisos al imperio del norte, será imposible lograr una verdadera justicia social y nos veremos sometidos a continuar viviendo en medio de la inequidad y la violencia que todo este desequilibrio genera.

Colombia debe sacudirse de una vez por todas, esos lastres que la parasitan desde su interior y que menoscaban sus inmensas posibilidades de desarrollo. Este país, requiere de manera urgente, retomar las riendas de su destino y redirigir su rumbo, evitando el naufragio de todos sus tripulantes, en este barco, que desde tiempo atrás viene haciendo agua, e impedir que ineludiblemente se precipite al profundo abismo.

Mientras el ejecutivo, responsable único y directo de tomar las determinaciones de toda una nación; es decir, el que piensa, y actúa, por cada uno de nosotros, continúe en manos del desgastado, corrupto y bipartidista régimen, actuando para complacer el apetito voraz e insaciable de los grandes capitales tanto extranjeros como criollos, dándole así la espalda a un pueblo carente de oportunidades, a una realidad tan cruda e inocultable que desborda la más sobresaliente imaginación, …, será más que imposible, realizar los cambios estructurales de fondo, necesarios para implantar un nuevo modelo de sociedad donde la exclusión y la desigualdad no sigan siendo protagónicas.


Sigamos pues, preparándonos para asumir el gran reto de la gobernabilidad de lo que queda de este país manoseado y agónico, continuemos haciendo bien la tarea de repensar el país que queremos, de proponer nuevos modelos de desarrollo, sigamos adelante, generando toda clase de innovadoras y atrevidas propuestas, e ingeniosas soluciones, aplicables a los distintos problemas tanto coyunturales como de fondo, y dejemos de continuar escogiendo de entre todos los males el menos peor.

Nadie ha dicho que la suerte esté echada o que el camino esté despejado, todo lo contrario, hay mucha hiedra y mucha maleza que arrancar de raíz, y que deberá ser extirpada durante el recorrido, para poder avanzar en la búsqueda y el reencuentro de una verdadera libertad e independencia nacional.

Los tiempos cambian, todo ciclo culmina, gústenos o no, las inexorables leyes del universo son infalibles y el mundo entero tiende por inercia a buscar siempre el equilibrio entre sus fuerzas; somos privilegiados al asistir y presenciar un renacer y un despertar de la conciencia humana, y es imposible pretender que la hipnosis y el sueño colectivo en que la humanidad misma se mantiene sumida, se perpetúe de manera indefinida.

Bienvenidos pues, a este viaje, necesario por demás, para emerger al otro lado del túnel de la oscuridad y sumergirnos de lleno en una realidad y una existencia digna, útil, y productiva, destinada a la búsqueda permanente y a la conquista del conocimiento, el servicio y la libertad.

DOUGLAS MONTAÑEZ YASPE

douglasyaspe@hotmail.com

www.pereiraVIVA.com